El hablante tardío, también denominado Late talkers, late language emergence (LLE), inicio tardío del lenguaje (ITL) o retraso inicial del lenguaje (RIL), hace referencia a un retraso que puede identificarse a los 2 años y cuyas características principales son un repertorio de vocabulario expresivo menor de 50 palabras y ausencia de combinaciones de dos palabras. Este término se utiliza en ausencia de déficits sensoriales, neurológicos, cognitivos, o motoras.
Una de las características principales de los hablantes tardíos es el desfase en el componente léxico, ya que presentan un retraso en la adquisición de vocabulario expresivo (limitado uso de palabras). Además, son más lentos en la aparición de nuevas palabras.
Aún no existe un acuerdo de si trata de una alteración puramente expresiva o si también abarca componentes comprensivos. Algunos autores señalan que los niños/as presentan un desarrollo típico en el resto de las áreas (motora, cognitiva, etc.) pero manifiestan un retraso en la expresión de su vocabulario, aunque no en lo comprensivo. Por otro lado, la ASHA (2020) señala que pueden presentar un retraso en el lenguaje expresivo, pero también pueden ser mixtos (expresivo y comprensivo). Aún falta mayor evidencia al respecto.
Algunos de los factores de riesgo son:
Género. Niños presentan 3 veces más de probabilidad de presentarlo
Alteración del desarrollo motor
Gemelos, existiendo una mayor prevalencia
Antecedentes de prematuridad (menores de 37 semanas de gestación y/o niños nacidos con menos del 85% de su peso óptimo)
Desarrollo temprano del lenguaje (desfase existente a los 12 -18 meses)
Antecedentes familiares de hablantes tardíos
Presencia de hermanos (menor estimulación por parte de los padres)
Educación y nivel socioeconómico bajo
La ASHA (2018) y Mendoza (2016) mencionan que un niño/a con inicio tardío del lenguaje (ITL) puede seguir una de las 3 direcciones:
Regularizar su desarrollo del lenguaje
Continuar con un desarrollo lento del lenguaje y no persistir (Late Bloomers)
Continuar con el retraso del lenguaje, pudiendo desencadenarse algún trastorno del desarrollo del lenguaje (TDL)
Los indicadores de riesgo para el diagnóstico temprano de trastornos del desarrollo del lenguaje son la existencia de antecedentes familiares de TDL o lectura, retraso significativo de lenguaje receptivo y ausencia del fenómeno de explosión léxica que ocurre entre los 18 y 24 meses generalmente.
Si bien muchos hablantes tardíos presentan una recuperación espontánea, aproximadamente un 40% presenta dificultades a los 4 años y evoluciona a cuadros más complejos. Debido a lo anterior, se recomienda la evaluación por un especialista y de esta forma intervenir de manera adecuada e individualizada de ser necesario.
¡Excelente publicación! 🗣️ Es muy importante abordar el tema de los hablantes tardíos y brindarles el apoyo necesario para su desarrollo del lenguaje. La comprensión y la paciencia son clave en estos casos. Gracias por compartir información tan valiosa y útil. En Industrial Cart, también creemos en la importancia de brindar el apoyo adecuado en cada etapa, ofreciendo herramientas de calidad para todos tus proyectos. Para suministros de alta calidad, visítanos en IndustrialCart.