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Control parental en redes sociales

Actualizado: 27 jun 2021

Como padres nos esforzamos en la tarea de enseñar a nuestros hijos el desarrollo de adecuados hábitos, los ayudamos a desplegar hábitos de higiene y limpieza respecto a su aseo personal, tal como: lavarse los dientes, bañarse cada día, también les enseñamos hábitos para una buena salud: comer sanamente, practicar algún tipo de deporte o ejercicio físico, de igual manera hábitos para su desarrollo académico: ser responsable con los estudios, tiempo de estudio diario, etc. Sin embargo, a veces olvidamos un aspecto fundamental en la crianza: Enseñarles a usar adecuadamente sus redes sociales.

Vamos a un ejemplo, para enseñarles a nuestros hijos a desarrollar el hábito del baño, prendemos una serie de acciones, por ejemplo: llenamos la tina de agua tibia, vertimos un montón de juguetes de plástico, para hacer más atractiva la experiencia, llenamos su cuerpo de espuma e incluso les dejamos que jueguen por un tiempo determinado, a fin de que se entretengan. Luego los sacamos de la tina, los secamos y los llenamos de productos aromáticos como talcos, colonias o cremas, para brindar a la experiencia aún más valor. Progresivamente van creciendo, les vamos entregando cada vez más autonomía hasta que logren tener la edad suficiente para bañarse solos.

Pero ¿Qué nos pasa con el uso de las redes sociales? ¿invertimos la misma cantidad de tiempo, esmero y dedicación? ¿los acompañamos en todo el proceso hasta que aprendan el uso responsable de internet?

¿Qué será lo que nos sucede que -al parecer- no hacemos lo mismo?

Debemos comprender y tomar conciencia que tanto la tecnología como internet son parte importante y activa de sus vidas, a diferencia de la nuestra. Muchos niños usan tablets y celulares antes que hablar o escribir. Actualmente se le pasa al niño menor de dos años un celular a fin que se entretenga. Los jóvenes y adolescentes tienen canales propios de youtube, los pequeños escolares ya poseen varios perfiles en las redes sociales. Con esto podemos evidenciar que ellos son participantes activos en el mundo virtual.

Algunos estudios demuestran que el uso de redes sociales en los niños promueve un incremento en su pensamiento abstracto, un buen desarrollo en la memoria visual y la coordinación motriz.

Por otro lado otros estudios comprueban un incremento en los trastornos ansiosos, trastornos depresivos, comportamientos compulsivos, solo por mencionar algunos.

Veamos el caso de un niño de 10 años que usa activamente internet y no tiene acompañamiento de sus padres: “Joaquín asiste a quinto básico a su colegio como cada día,  la profesora jefe ha notado un comportamiento un poco extraño y poco habitual, desde hace un tiempo. Desatiende las clases, no logra tomar nota, en el recreo está permanentemente jugando con su celular, ya no quiere jugar a la pelota con sus compañeros, se observa irritable, agresivo, ansioso, se come las uñas, a ratos se observa somnoliento y su semblante ya no es el mismo de antes”.

Se le solicita a la psicóloga del establecimiento que tenga una entrevista en profundidad con él. En dicha entrevista Joaquín le comenta que visita cada noche una canal de youtubellamado Creepypastas y que en uno de los videos se le desafía a alrededor de las 3:00 AM a realizar un ritual diabólico con el fin de demostrar su valentía y adquirir poderes de uno de los personajes. Joaquín le comenta además a la psicóloga, que está excesivamente nervioso, que tiene temor casi todo el día, que ya no puede concentrase, que no duerme por las noches y que piensa casi todo el día en cosas terroríficas. En conclusión, Joaquín presentaba crisis de angustias recurrentes desarrollando un trastorno ansioso que era urgente de tratar a nivel psicoterapéutico.

Así como Joaquín hay múltiples niños que tienen acceso ilimitado a internet, la web no es capaz de filtrar, una página lleva a otra con igual o mayor información. Los niños pasan horas y horas pegados a sus pantallas con acceso ilimitados a todo tipo de información: terror, pornografía, violencia extrema.


Los niños no son capaces de establecer límites por sí mismos, que deben y que no deben ver, somos los padres quienes nos debemos involucrar y ayudarlos a hacer un uso responsable y a ser consumidores críticos, capaces de diferenciar progresivamente lo que es adecuado o no.

Para el adecuado logro de esta tarea, se detallan a continuación algunas acciones:

  1. Involucrase como padre un 100%

  2. No prohibir, si no educar en: riesgos, amenazas, consecuencias adversas.

  3. Mantenernos 100% informados de cuáles son las redes sociales que ellos utiliza y cómo funcionan

  4. Establecer límites por rango etario, aplicaciones apropiadas según la edad de nuestro hijo

  5. Supervisar la cantidad de tiempo a la cual están expuestos

  6. Trasmitirles el peligro de subir fotos personales o hablar y dar información a desconocidos a fin de prevenir el grooming.

  7. Nunca intercambiar fotos o videos íntimos

  8. Pantallas en espacios del hogar en común, no en dormitorios.

  9. Incorporar en internet los filtros de control parental.

  10. Promover que desarrollen otro tipo de actividades recreativas, deportes, bailes, etc.

  11. La clave es el diálogo y la comunicación con nuestro hijo, conversar abiertamente sin realizar juicios de valor o críticas que los hagan sentir mal y así mantener los canales de confianza abiertos.



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