La lectura tiene una gran cantidad de beneficios en la vida de todas las personas y es la base de la cultura. Mediante la lectura accedemos a una parte importante de la información, ayuda en el desarrollo de la imaginación y de las capacidad mentales y, en particular, resulta esencial durante la etapa escolar; de hecho, la tasa de éxito (o fracaso) escolar está fuertemente ligada a la capacidad del niño/a para leer y comprender adecuadamente lo que lee.
Un niño que lee adecuadamente es un niño que está más cerca de triunfar en los estudios y, por ello, el contacto con los libros debe ser incentivado en los más pequeños tan pronto como sea posible. En este sentido, el papel de los padres es esencial.
El acto de leer es tan importante, que no solo proporciona información (instrucción) sino que también forma (educa), creando hábitos de reflexión, análisis, esfuerzo, concentración, recrea, entretiene y distrae.
Una persona con hábito de lectura posee autonomía cognitiva, es decir, está preparada para aprender por sí misma durante toda la vida. En esta época de cambios vertiginosos en la cual los conocimientos envejecen con rapidez, es fundamental tener un hábito lector que nos garantice tener conocimientos frescos, actualizados pues ello nos vuelve laboral y académicamente más eficientes y competentes en el campo laboral o académico. Tener una fluida comprensión lectora, poseer hábito lector, hoy en día, es algo más que tener un pasatiempo digno de elogio es garantizar el futuro de las generaciones que en este momento están formándose en las aulas.
Algunas de las razones por las cuales debemos optar por un proyecto lector serio y creativo, podrían ser las siguientes: La lectura ayuda al desarrollo y perfeccionamiento del lenguaje, mejora la expresión oral y escrita y hace el lenguaje más fluido, aumenta el vocabulario y mejora la redacción y ortografía.
La lectura mejora las relaciones humanas, enriqueciendo los contactos personales, pues facilita el desarrollo de las habilidades sociales al mejorar la comunicación y la comprensión de otras mentalidades y al explorar el universo presentado por los diferentes autores. La lectura da facilidad para exponer el propio pensamiento y posibilita la capacidad de pensar.
Un aspecto imprescindible para alcanzar un óptimo rendimiento académico es la capacidad de leer comprensivamente. La lectura es la principal habilidad para el aprendizaje. Consiste en coordinar, secuenciar y efectuar simultáneos procesos perceptivos de la información gráfica, con el procesamiento léxico, sintáctico y semántico de dicha información.
Sólo la práctica permite evolucionar desde la adquisición de la lectura en sus niveles básicos, hacia la conversión definitiva en lectores expertos. Por tanto, si logramos mejorar la habilidad lectora desde pequeños, el efecto directo sobre su rendimiento sería extraordinario. El estilo de vida que tienen nuestros hijos se aleja por completo del nivel necesario para producir razonamientos meditados y eficientes. La lectura es un proceso que requiere tiempo y esfuerzo, para una sociedad que ha nacido ya acostumbrada a vivir demasiado deprisa.
Consejos para fomentar la lectura en los niños
Antes de que lo mande la escuela como obligación, trata de que el contacto con el libro sea algo más natural.
- Predicando con el ejemplo: Los niños aprenden por imitación y viendo a los adultos leyendo puede alimentar su curiosidad.
- Incluir en sus regalos de navidad o cumpleaños al menos un libro.
- Establecer un momento para compartir una lectura con ellos/as. Basta con leer unos 15 minutos al día.
- Crea un ambiente propicio. Es recomendable adaptar un rinconcito especialmente destinado a la lectura, por ejemplo, en el sofá junto a una lamparita, sobre una manta o incluso algo que ellos mismos elijan.
- Presentar la lectura como una acción divertida y no por obligación.
- Trata de que el niño y la niña participe en la lectura para animarles a prestar atención: hazle preguntas sobre qué le parece cierta parte de la historia o sobre cómo podría haber terminado. Es importante que nos den su opinión respecto a las cuestiones más complejas que involucran a los personajes de las historias, de sus decisiones y sobre cómo deberían actuar en función de propios los valores que le inculcamos en casa.
- Descubre con ellos/ellas el tipo de libros que más les atraen. Es conveniente que, conforme vayan creciendo y avanzando en la lectura, vayan experimentando los diferentes géneros literarios para que tengan una mejor perspectiva de lo que les gusta leer.
Por otra parte, si el pequeño ha comprendido correctamente la lectura podemos recompensarle proponiéndole juegos tras la lectura o hacer que dibuje lo que ha asimilado de la historia.
¡Motivemos a nuestros hijos a leer!
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