Los individuos con altas capacidades (AACC) requieren una comprensión y atención especial que contemple sus características cognitivas, emocionales, sociales y físicas, además del contexto sociocultural en el que se encuentran. Esta complejidad no puede ser abordada desde una perspectiva restringida ni sesgada por mitos y prejuicios. A continuación, exploraremos la evolución histórica del estudio de las altas capacidades, los paradigmas contemporáneos, y algunos mitos comunes asociados a esta condición.
1. Definición y Características
Los individuos con altas capacidades muestran un potencial sobresaliente en diversas áreas del desarrollo humano. Esta condición no solo está relacionada con un alto cociente intelectual, sino también con la habilidad de aprender más rápido y con menor esfuerzo en comparación con sus pares. Es crucial reconocer que la alta capacidad no se manifiesta de manera homogénea; cada persona tiene una experiencia única influenciada por múltiples factores, incluyendo el contexto social y cultural (National Association for Gifted Children [NAGC], 2020).
1.1. Un Poco de Historia
El estudio de las altas capacidades tiene sus raíces en el trabajo de Sir Francis Galton en el siglo XIX, quien introdujo la idea de que las diferencias individuales en habilidades intelectuales podían medirse (Stoeger, 2009). La evaluación formal de la inteligencia comenzó con los psicólogos Alfred Binet y Theodore Simon en 1905, quienes desarrollaron el primer test de inteligencia (Conejeros & Gómez, 2020). Desde entonces, se han desarrollado tres paradigmas principales para comprender la alta capacidad:
1. Paradigma del Cociente Intelectual (CI): Este modelo asume que las altas capacidades pueden ser medidas y determinadas a través de pruebas de CI. Se enfoca en el individuo y su habilidad para comprender ideas complejas y aprender rápidamente (Dai & Chen, 2013).
2. Paradigma de Diferenciación: Surge del movimiento de educación inclusiva de los años 90, que aboga por adaptar la enseñanza a las necesidades individuales, permitiendo flexibilidad en el aprendizaje (Dai & Chen, 2013).
3. Paradigma de Desarrollo del Talento: Este modelo reconoce que el potencial no es estático y puede desarrollarse con el tiempo. Destaca la importancia de factores como la motivación, las oportunidades y el contexto en el desarrollo del talento (Gagné, 2015; Renzulli, 2002).
El Modelo Comprensivo de Desarrollo del Talento (CMTD) de Gagné (2015) destaca que la alta capacidad se transforma en talento a través de la interacción entre catalizadores intrapersonales y ambientales. Este enfoque multidimensional considera que las oportunidades y el entorno son cruciales para el desarrollo del potencial.
1.2. Mitos Asociados a las Altas Capacidades
Existen varios mitos sobre las altas capacidades que pueden obstaculizar la comprensión y apoyo adecuado de estas personas:
1. Homogeneidad: La idea de que todos los individuos con alta capacidad son homogéneos y que esta condición es inmutable es errónea. Cada persona tiene características únicas y su alta capacidad puede desarrollarse con la experiencia (Reis & Renzulli, 2009).
2. Porcentaje y Cociente Intelectual: La creencia de que las altas capacidades están asociadas únicamente con un alto CI y que representan un pequeño porcentaje de la población es limitada. La alta capacidad incluye una variedad de habilidades y potenciales que van más allá del CI (Borland, 2009).
3. Evaluación Única: Un único puntaje en una prueba no proporciona una imagen completa de las altas capacidades. La evaluación debe considerar diversas dimensiones y contextos (Worrell, 2009).
4. Necesidades Sociales y Emocionales: Los individuos con alta capacidad tienen necesidades sociales y emocionales únicas que requieren apoyo adicional. Pueden sentirse aislados o incomprendidos debido a su desarrollo asincrónico y a sus intereses más avanzados (Peterson, 2009).
5. Desafío en el Aula Regular: Los estudiantes con alta capacidad no deben ser dejados “solos” en el aula regular, ya que pueden aburrirse y volverse desafiantes si no se les presenta un nivel adecuado de desafío (Sisk, 2009).
Conclusión
La alta capacidad no se limita a una medida de inteligencia, sino que abarca un espectro más amplio de habilidades y potenciales. Es esencial comprender y abordar las necesidades únicas de estos individuos desde una perspectiva integral que considere tanto sus capacidades excepcionales como sus necesidades emocionales y sociales. El enfoque debe ser flexible y adaptado a cada persona para fomentar un desarrollo óptimo.
Referencias
Borland, J. H. (2009). Understanding the gifted and talented: An overview. Gifted Child Quarterly, 53(2), 137-148.
Conejeros, M., & Gómez, M. (2020). Historia de la evaluación de la inteligencia y el talento. Editorial Académica.
Dai, D. Y., & Chen, J. (2013). Understanding the concept of giftedness. Gifted Child Quarterly, 57(3), 152-163.
Gagné, F. (2015). The DMGT 2.0: A theory of development and talent. In The Routledge International Companion to Gifted Education (pp. 11-21). Routledge.
Hacia la atención de la alta capacidad y doble excepcionalidad en contexto escolar: Una propuesta de intervención. 2e.cl.
Kaufman, J. C., & Sternberg, R. J. (2008). The Cambridge Handbook of Intelligence. Cambridge University Press.
National Association for Gifted Children. (2020). Definition of gifted and talented. Retrieved from https://www.nagc.org/resources-publications/resources/definition-gifted-and-talented
Peterson, J. S. (2009). The social and emotional needs of gifted children. Gifted Child Quarterly, 53(3), 232-243.
Reis, S. M., & Renzulli, J. S. (2009). The Schoolwide Enrichment Model: A focus on student strengths. In Handbook of Giftedness and Talent (pp. 202-217). Springer.
Renzulli, J. S. (2002). The three-ring conception of giftedness: A developmental model for promoting creative productivity. In Theoretical Models and Processes of Giftedness and Talent (pp. 491-518). Prufrock Press.
Silverman, L. K. (1993). The Highly Sensitive Child: Helping Children and Adolescents with Sensitivity. Perigee Books.
Stoeger, H. (2009). Historical and theoretical perspectives on giftedness. In The Handbook of Giftedness and Talent (pp. 18-31). Springer.
Sisk, D. A. (2009). Challenges and opportunities in the classroom. Gifted Child Quarterly, 53(2), 134-146.
Worrell, F. C. (2009). The identification and assessment of gifted students. In Handbook of Giftedness and Talent (pp. 318-337). Springer.
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